Complicaciones en implantología

Es frecuente que los pacientes hablen de rechazo para describir el proceso de no integración del implante en el hueso. En realidad, no podemos hablar de rechazo si no de otro tipo de proceso biológico.

La superficie de los implantes ha sido diseñada para favorecer el crecimiento de nuevas células, en concreto de hueso. En ocasiones, por factores relacionados con procesos bioquímicos que tienen que ver con el coágulo de sangre que se forma alrededor del implante, el hueso crece entorno al implante, pero no sobre su superficie, no hay unión hueso-implante. Ese implante no está firme y no podrá soportar una prótesis sobre él.

Por otro lado, al colocar un implante, provocamos una pequeña herida y como tal, puede infectarse. Las bacterias son capaces de crecer sobre la superficie del implante mucho más rápido que las células de hueso, por lo que en cuanto e detecta la infección, se procede a retirar ese implante para evitar males mayores.

¿Es frecuente el fracaso de los implantes?

Hoy en día las estadísticas nos hablan de un porcentaje de éxitos muy alto con implantes. En torno al 95% en la mandíbula y algo menos, sobre el 90% en el maxilar, ya que la calidad de hueso existente en uno u otro es diferente.

Por ello, estamos hablando de porcentajes muy bajos, entre un 5 y un 10%. Pero hay que destacar que el mayor número de implantes fallidos se producen en pacientes fumadores y en diabéticos descompesados. En personas sanas, el porcentaje de fallos es menor del 5%.

Aunque a mi en Medicina, no me gusta hablar de porcentajes, porque el que tiene un problema, no es el 5% de la población, para esa persona, él representa el 100% con ese problema.

¿Qué se hace cuando un implante fracasa?

Un implante fracasado es una pequeña tragedia para el paciente y para el profesional. Ambos han de armarse de paciencia para resolver la situación, ya que la solución final, que es le tener dientes fijo se va a retrasar un tiempo.

En general, cuando se detecta algún problema con un implante, este se retira, se legra la zona para limpiar la infección si la hay y se espera aproximadamente unos dos meses. Se comprueba radiológicamente que se ha formado nuevo hueso en la zona y se procede a colocar otro implante, con la esperanza de que no vuelvan a surgir problemas.

Si me pregunta por qué en el primer intento ha habido complicaciones en el segundo no, pues me gustaría poder contestarle. Ya indique que hay factores bioquímicos que todavía desconocemos.

¿Existen otras complicaciones producidas por los implantes?

Efectivamente, hemos mencionado las complicaciones más frecuentes. Hemos simplificado la implantología en cinco minutos. Hay otras situaciones que por raras, yo creo que no merece la pena mencionarlas, pero seguro que el dentista, en función de cada caso, se las indicará al paciente.

Recordar que todo ha de partir de un buen diagnóstico, una buena planificación del caso para evitar sobresaltos inesperados. Así que en la fase de diagnóstico se recurrirá a todos los medios que puedan aportar al profesional la información necesaria para tener un mayor margen de seguridad durante el procedimiento quirúrgico.